jueves, 26 de septiembre de 2013

MOTÍN DE ESQUIILACHE

Motín de Esquilache, Goya


  1. Nos encontramos ante un documento iconográfico, en concreto se trata del cuadro titulado "Motín de Esquilache", atribuido a Francisco de Goya, y realizado al óleo sobre lienzo en los años 1766-1767. Este fue el primer contacto con la muchedumbre violenta de Francisco de Goya, cuando contaba con 20 años de edad, y fue realizado en Madrid, con ocasión de los disturbios que llevan su nombre. Se trata por tanto de una fuente primaria , ya que Goya fue testigo directo de los sucesos representados en el cuadro, y su temática es claramente política.
  2.  La torre del Ayuntamiento, a la izquierda, permite situar la escena en la Puerta de Guadalajara (calle Mayor). El fondo despejado de la calle marca la dirección hacia Palacio, a donde los amotinados pretenden dirigirse. El personaje con hábito y crucifijo, que intenta calmar o coordinar a la multitud es el Padre Yecla o Padre Cuenca, un fraile de la orden franciscana de los que predicaban por las plazas. En señal de penitencia llevaba la cabeza encenizada, soga al cuello y corona de espinas. Un personaje subido en una silla gesticula ante la multitud. Su vestidura (una lujosa casaca) le identifica como un personaje de alta posición social. Varios personajes, uno claramente vestido de manolo (con redecilla recogiendo el pelo), levantan un estandarte con una inscripción difícil de distinguir: se han propuesto las lecturas "Muera Esquilache" y "Muera el fantoche". Varios personajes a la izquierda van vestidos contra la ordenanza: con chambergo (sombrero de ala ancha) y capa larga. A la derecha, un personaje arrodillado firma sobre las espaldas de otro la lista de peticiones que el fraile llevará hasta el rey.
  3. La pintura muestra una escena callejera donde el pueblo se convierte en protagonista de la revuelta. Curioso precedente de las posteriores protestas populares que tendrán lugar en la Francia revolucionaria, aunque un análisis riguroso de la obra nos muestra que es más bien una rebelión anclada en el A. Régimen, como demuestra el protagonismo central que tiene un fraile, y la presencia relevante de un personaje de la nobleza. Ambos intentan reconducir la protesta dirigiéndola hacia la persona del ministro Esquilache, de manera que no vaya contra el rey. De esta forma las clases privilegiadas manipulan a un pueblo analfabeto y apegado a sus tradiciones y costumbres para conseguir sus fines políticos, que era acabar con la presencia de ministros reformistas radicales que querían acabar con parte de los privilegios de las clases altas y clero. Este hecho volverá a repetirse en el motín de Aranjuez (1808), aunque en este caso la rebelión se dirigirá contra la persona del valido Godoy.
  4. El tema de la obra como ya se ha dicho, se corresponde con el Motín de Esquilache, revuelta que tuvo lugar en 1766 durante el reinado de Carlos III en Madrid al publicarse una norma municipal que regulaba la vestimenta de los ciudadanos. La causa profunda fue el hambre producida producida por la constante subida de precios de los productos de primera necesidad, y más concretamente del pan, y del recelo de los españoles ante los ministros extranjeros del rey. Igualmente tanto la nobleza como el clero rechazaban las reformas que los secretarios italianos estaban aplicando y que iban contra los privilegios de estos estamentos. Las consecuencias de motín se traducirán en que el rey aceptará parte de las reclamaciones de los sublevados: el cese y destierro de Esquilache y Grimaldi, la bajada de los precios de los cereales, la vuelta a la vestimenta tradicional, y el cese de las reformas ilustradas.A partir de entonces, Carlos III gobernará con ministros españoles, especialmente Floridablanca y Aranda, del bando aragonés, cayendo en desgracia de nuevo Ensenada y sus partidarios en la corte.