lunes, 30 de abril de 2012

Manifiesto de la Junta Democrática


1. Se trata de un documento escrito de fuente primaria y directa y de temática política destinada a su difusión a todo el pueblo español. La firma la Junta Democrática, organismo de oposición al régimen de Franco impulsado por el PCE y que englobaba además a CCOO, algunos socialistas, independientes, monárquicos, carlistas y grupos de extrema izquierda. Esta Junta aprobó en julio de 1974, un año antes de la muerte de Franco, un Manifiesto cuyas resoluciones más importantes recoge el documento mostrado aquí.

2. La Junta propugnará la formación de un gobierno provisional (Art. 1) que implantará un régimen democrático. Este gobierno adoptaría rápidamente medidas como la amnistía (Art. 2), la legalización de todos los partidos políticos (Art. 3), las libertades políticas (reunión, prensa y manifestación) –Art. 6- y sindicales (libertad sindical, -Art. 4-,  derecho de huelga –Art. 5-), el reconocimiento de la autonomía para las regiones históricas (Galicia, P. Vasco y Cataluña) y todas las que lo deseen (Art. 7) y la formación de un Estado aconfesional (Art. 8) en el que la Iglesia católica no goce de privilegios.

En resumen, la Junta Democrática solicita la vuelta a un régimen de libertades en el que todos los hombres y mujeres mayores de 18 años posean todos los derechos sin excepción ni por sexo ni por estado civil (Art. 1), eso sí, siguiendo un proceso de ruptura con el régimen franquista.

3. La presentación pública de este Manifiesto se realiza simultáneamente en París y Madrid en julio de 1974, en un  contexto de crisis del régimen, con Franco enfermo con una tromboflebitis en el hospital, y con la asunción interina de la Jefatura del Estado del príncipe Juan Carlos.
La actividad de la Junta Democrática pronto consiguió un importante apoyo político y social, como se puso de manifiesto a través de diversas movilizaciones que se llevaron a cabo en diversos lugares del país. La actividad de la Junta se dirigía por un lado al pueblo y por otra a los poderes fácticos del país, manteniendo encuentros con empresarios, militares y autoridades eclesiásticas. Tampoco se olvidaba la dimensión internacional, con relaciones con autoridades de la CEE, con el embajador de EEUU en Madrid, y con los presidentes de Argelia, México y Venezuela.

  En este organismo político unitario no se integró el PSOE que en 1975 impulsó la Plataforma de Convergencia Democrática con UGT, PNV y otros partidos de izquierdas con un programa muy parecido al propuesto por la Junta, de forma que tras la muerte de Franco se unieron ambas alianzas naciendo Coordinación Democrática (Platajunta), que defendió la fórmula de ruptura democrática para transformar el régimen de Franco en una democracia occidental.

Nos encontramos en un contexto histórico de agonía del régimen que ya muestra su incapacidad de democratizarse y en el que los grupos de oposición se dedicaban a mostrar en la calle con huelgas y manifestaciones sus posiciones a favor de la democratización del país.


Resoluciones de la Junta Democrática (julio de 1974)
La Junta Democrática propugna:
1. La formación de un gobierno provisional que sustituya al actual para devolver al hombre y a
la mujer españoles, mayores de dieciocho años, su plena ciudadanía mediante el
reconocimiento legal de todas las libertades, derechos y deberes democráticos.
2. La amnistía absoluta de todas las responsabilidades por hechos de naturaleza política y la
liberación inmediata de todos los detenidos por razones políticas y sindicales.
3. La legalización de los partidos políticos sin exclusiones.
4. La libertad sindical y la restitución al movimiento obrero del patrimonio del Sindicato Vertical.
5. Los derechos de huelga, de reunión y de manifestación política.
6. La libertad de prensa, de reunión y de manifestación política (…).
7. El reconocimiento, bajo la unidad del Estado español, de la personalidad política de los
pueblos catalán, vasco, gallego y de las comunidades regionales que lo decidan
democráticamente.
8. La separación de la Iglesia y el Estado (…).

fotografia del nuncio y el coronel


1. Se trata de un documento iconográfico que refleja, de forma muy expresiva, uno de los principios contenidos en el Fuero de los Españoles (Art. 6º), el referido a la confesionalidad del Estado. Es una fuente primaria y la temática es político-ideológica.

2. La fotografía, realizada en blanco y negro,  muestra cómo el nuncio (embajador) del Vaticano es saludado por un militar de alta graduación (coronel) en una ceremonia o recepción oficial. El fondo de la fotografía está ocupado por una masa de clérigos y militares que asisten complacidos a la escena en que el coronel se arrodilla para besar la mano del nuncio. Se desconoce el autor, aunque sin duda sería algún fotógrafo de algún medio gubernamental. Se pueden señalar dos breves apuntes:

Ø  La fusión y la cordial relación entre la Iglesia y el ejército franquista, como pilares fundamentales del régimen.

Ø  Incluso una relación de preeminencia de la Iglesia sobre el Ejército: el militar se arrodilla ante el clérigo.

3. Esta fotografía está tomada en 1956 y es un buen exponente de las relaciones del Estado y la Iglesia desde que en la Guerra Civil la casi totalidad de los obispos definieron la contienda como una cruzada (pastoral colectiva de 1937). A comienzos de la década de los años 50, cuando el régimen franquista dejó de correr peligro ante las democracias occidentales, por constituir un buen aliado en la guerra fría de Occidente frente a la URSS, el Vaticano se apresuró a firmar con el dictador un Concordato (1953) por el que la Iglesia católica pasaba a gozar de una situación privilegiada en el control de la educación, la percepción de ayudas y salarios para los clérigos, así como numerosos privilegios y puestos de control y poder en el sistema político. Igualmente, la religión católica sería obligatoria en las escuelas, solo el matrimonio católico sería válido e indisoluble, se le reconocía a la Iglesia la exención de impuestos y el mantenimiento de culto y clero.  Con ello la Iglesia católica de hecho se constituía en parte integrante del régimen siendo una de las  grandes “familias” de la dictadura. Por ello se habla de la España de Franco como de un régimen basado en el nacional-catolicismo, en el que junto al nacionalismo español existe un profundo catolicismo conservador, que sería uno de los ejes ideológicos del régimen franquista. A cambio de todas estas prebendas que conseguía la Iglesia, el dictador se aseguraba el apoyo del clero a su régimen y el derecho de presentación que disponía Franco ante la Santa Sede.

Por otro lado el Ejército fue siempre la columna vertebral del sistema político que nunca discutió el poder del Generalísimo. Su fidelidad fue recompensada con numerosos nombramientos para altos cargos civiles, sindicales y de Consejos de Administración de empresas públicas y privadas. Así por ejemplo, siempre hubo ministros militares en los gobiernos de Franco, aunque con el paso de los años su influencia se vio disminuida.

En resumen, en esta fotografía se detalla dos de los principales apoyos sociales de los que dispondrá el régimen franquista: la Iglesia y el Ejército.



El nuncio del Vaticano, monseñor Antoniutti, es saludado por el coronel Arciniega en 1956.




domingo, 22 de abril de 2012

mapa guerra civil




1. Nos encontramos ante 4 mapas sobre la guerra civil española que representan las distintas fases que tienen lugar a lo largo de los casi tres años que dura el conflicto civil. Se trata de una fuente secundaria, aunque desconocemos la procedencia, y de temática militar. Los sucesos que representan los 4 mapas tienen lugar entre julio de 1936 y febrero de 1939.

2. Los 4 mapas están ordenados cronológicamente. Se utilizan en todos los mismos símbolos y colores, y el territorio que representa es la Península Ibérica, el archipiélago balear y parte del protectorado español en Marruecos. En color azul se representa los territorios controlados por los nacionales, y en color rosa las regiones dominadas por el gobierno republicano. También aparecen unas flechas azules que simbolizan los ataques y líneas de avance de los sublevados, y flechas rojas que indican los movimientos de las tropas gubernamentales. Se representa igualmente el símbolo característico de las batallas y el nombre de las más importantes de ellas, otro que hace referencia al cerco sobre Madrid, y finalmente el nombre de las principales ciudades que tuvieron relevancia en estos años difíciles.

3. En el  mapa superior izquierdo aparece la situación de España al estallar la guerra civil en julio de 1936. Los territorios que se sublevaron aparecen en color azul y son el Protectorado marroquí, Galicia, Meseta Norte, Álava, Navarra, el oeste de Aragón, Baleares menos Menorca. y en el sur las ciudades de Sevilla y Córdoba y el oeste de la provincia gaditana. Estos territorios del sur fueron fundamentales para que las tropas sublevadas pudieran pasar el estrecho y desembarcar en la península, a pesar de que la armada española había quedado en gran parte en poder de la República.
Los territorios nacionales estaban poco poblados, agrarios, atrasados y poco industrializados. Esto suponía una grave desventaja en principio a la hora de ganar una guerra a largo plazo. Por contra, las regiones bajo el control de la República eran las más pobladas, avanzadas e industrializadas. A pesar de ésto, el gobierno legítimo no pudo o supo aprovechar esa ventaja de partida para ganar la guerra.
Los territorios republicanos comprendían la cornisa cantábrica, el este de Aragón, Cataluña, el levante español, Madrid, Meseta sur y casi toda Andalucía.

Las flechas azules representan los movimientos de las tropas franquistas. Cabe distinguir dos movimientos: en el sur destaca el que desplaza a las tropas marroquíes hasta Sevilla para proseguir por Extremadura y llegar a Toledo, que la terminarán liberando del cerco al que la sometían los republicanos. Al norte, las tropas del general Mola se mueven hacia Madrid y Extremadura. Ambos desplazamientos tiene una doble finalidad: conseguir unificar los territorios sublevados, y cercar Madrid para finalmente tomarla y acabar rápidamente la guerra.

Las líneas rojas indican los movimientos de las milicias republicanas; una se dirige a Mallorca para intentar tomarla, fracasando; las otras dos van hasta Aragón, detendiendo el avance de los nacionales.

En el mapa superior derecho apreciamos la situación del país en marzo de 1937. Ha fracasado la toma de Madrid, ante la dura resistencia de los milicianos de izquierdas, y se destacan dos batallas que tienen lugar en los alrededores de la capital: la del Jarama, en la que los franquistas quieren tomar la carretera de Valencia, fracasaando en el intento; y la de Guadalajara, en la que las tropas italianas que apoyan al Generalísimo son derrotadas por los republicanos.
Al no poder tomar Madrid, Franco cambia su estrategia. En lugar de una guerra corta, piensa en alargar el conflicto para así acabar con el mayor número posible de enemigos. Dirige sus tropas hacia el norte, atacando en Guipuzcoa y Vizcaya. Las tropas republicanas apoyadas por los gudaris vascos del PNV apenas podrán oponer una dura resistencia, aislados como están del resto del territorio de la República. Destaca la ciudad de Guernica, que tuvo que soportar un duro bombardeo llevado a cabo por la Legión Cóndor alemana que apoyaba a los nacionales.
En el sur, los franquistas han tomado toda Andalucía Occidental y Extremadura, destacando en este caso la toma de Málaga, por su carácter sangriento y la  fuerte represión desarrollada en ella.

En el mapa inferior izquierdo se representa la situación bélica durante los meses de abril-mayo de 1938. Franco ha tomado finalmente el País Vasco, Santander y Asturias, centrando su atención ahora en el frente aragonés. Las tropas nacionales consiguen vencer a los republicanos en la batalla de Teruel, y finalmente a través del Maestrazgo llegan hasta ek Mediterráneo por Vinaroz. Consiguen así romper de nuevo el territorio republicano quedando aislada Cataluña del resto. La reacción gubenamental no se hace esperar, inciando una ofensiva en el verano de 1938 en el Ebro, con el objetivo de alargar la guerra a la espera de que estallase un conflicto en Europa. El desgaste de las tropas republicanas en esta batalla fue enorme, y tras su fracaso, Cataluña se mostraba vencida ante las tropas nacionales.

En el mapa inferior derecho  aparece el estado de la guerra civil en febrero de 1939. Cataluña ha sido controlada por los franquistas, que avanzando desde Lérida y desde Castellón dominarán toda la región. Las últimas tropas republicanas junto a personas civiles cruzan la frontera francesa para ponerse a salvo de las represalias nacionales.  También en marzo de 1939 los franquistas toman la isla de Menorca, hasta entonces republicana. El único territorio fiel a la República es el centro, este y sur peninsular. La guerra está decidida, a pesar del intento de Negrín de prolongarla lo máximo posible. El golpe de estado del coronel Casado precipitará la rendición de las últimas tropas republicanas. El 1 de abril de 1939 la guerra civil ha terminado. Las tropas nacionales entran en Madrid y en pocos días controlarán todo el territorio gubernamental, detendiendo a gran número de soldados republicanos.

 

Proclama de Franco al inicio de la guerra civil.





Españoles: a cuantos sentís el santo amor a España, a los que en las filas del Ejército y la Armada

habéis hecho profesión de fe en el servicio a la Patria, a cuantos jurasteis defenderla de sus enemigos

hasta perder la vida, la nación os llama en su defensa. La situación de España es cada día más crítica,

la anarquía reina en la mayoría de los campos y pueblos; autoridades de nombramiento gubernativo

presiden, cuando no fomentan, las revueltas: a tiros de pistolas y ametralladoras se dirimen las

diferencias entre los ciudadanos que alevosa y traidoramente asesinan sin que los poderes públicos

impongan la paz y la justicia. […]

¿Es que se puede consentir un día más el vergonzoso espectáculo que estamos dando al mundo? […].

Españoles: ¡Viva España! ¡Viva el honrado pueblo español!

Tetuán, 17 de julio de 1936.


1. Nos encontramos ante un fragmento de la proclama del general Franco firmada en Tetuán el día 17 de julio de 1936. Por tanto es un documento de fuente primaria y de temática política. Está escrito por el general Francisco Franco, y es de carácter público siendo dirigido a la nación en general, y en especial a aquel sector de la población española que podía apoyar la sublevación: militares, clases altas y medias, católicos, propietarios, empresarios, etc. 

El autor del documento es el general Francisco Franco. Nacido en 1898 en el Ferrol, se inicia su carrera militar combatiendo a los rifeños en el Protectorado, donde asciende rápidamente por méritos hasta llegar a ser general. Contrario a la proclamación de la República, no dudará sin embargo en colaborar con ella durante el bienio radical-cedista como Jefe de Estado Mayor. Dirigirá las operaciones militares durante el aplastamiento de la sublevación de los mineros asturianos en la revolución de octubre de 1934, siendo el máximo responsable de la extrema dureza empleada en  la represión de estos hechos. A partir del triunfo del Frente Popular se integrará en la conspiración que dirige el general Mola, despertando las sospechas del gobierno de Casares Quiroga que lo destinará a Canarias. Desde allí se desplazará al Protectorado al iniciarse la sublevación el 17 de julio en el Marruecos español, para dirigir desde aquí las tropas legionarias y los tabores de regulares, soldados profesionales y de larga experiencia que marcarán la diferencia en la próxima Guerra Civil.

2. En este fragmento de la proclama de Franco cabe distinguir dos partes: una primera, al principio del texto, en la que el general intenta movilizar en apoyo a la sublevación  a militares y a todos los sectores de la población "patriotas", preocupados por la deriva anárquica que la República tomaba a partir del triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. En una segunda parte, Franco detalla ese "vergonzoso espectáculo" que el país está ofreciendo al mundo: anarquía, desorden, revueltas, tiros de pistolas y ametralladoras, asesinatos;  en suma, enfrentamiento violento entre las clases populares y las clases altas y medias. Además, el futuro generalísimo destaca otro aspecto muy inquietante y es el hecho de que las autoridades de la República se ven no solo desbordadas por la situación de desorden público sino que en ocasiones dirigen las propias revueltas.


3. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el movimiento sindical liderado por UGT y la CNT se lanzó a una ofensiva para recuperar las posiciones perdidas durante el bienio derechista. Así, muchos labradores se lanzaron a ocupar fincas de las que años antes habían sido desalojados. Entre mayo y julio de 1936 se produjeron más de 200 huelgas agrarias. A estos sucesos en el campo español hace referencia Franco cuando habla de que "la anarquía reina en la mayoría de los campos y pueblos". Sin duda la opinión del capitán general de Canarias es crítica acerca de estas movilizaciones agrarias.
También hay que destacar que entre los meses de mayo a julio de 1936 se produce una oleada huelguística en Madrid, en especial en el sector de la construcción, que afectó a 100.000 trabajadores, y durante la cual en produjeron enfrentamientos armados entre ugertistas y cenetistas.
Además en España existía una extensión del terrorismo. Por un extremo los pistoleros falangistas encabezaron una serie de atentados para desestabilizar el régimen y crear un clima de alarma social. Por su parte, muchos militantes de izquierda respondieron a los atentados de extrema derecha tomando represalias violentas. Precisamente, en este contexto se produce el doble asesinato primero del teniente Castillo por militantes fascistas, respondido un día después con el del diputado de Renovación Española José Calvo Sotelo, realizado por extremistas de izquierdas y en el que participaron compañeros de la guardia de Asalto del teniente Castillo.
A todos estos hechos hace mención Franco cuando afirma  que "a tiros de pistolas y ametralladoras se dirimen las diferencias entre los ciudadanos", haciendo especial responsable de estos sucesos al gobierno de la República, bien por incompetencia o por incluso fomentar las revueltas. Quizás el general haga referencia al asesinato reciente de Calvo Sotelo, donde participaron Guardias de Asalto gubernamentales.

Así pues, ante este "vergonzoso espectáculo que estamos dando al mundo", lo que deben hacer para Franco los verdaderos patriotas es sublevarse contra la República para poner fin a todos estos acontecimientos que hacen cada más crítica la situación del país.

Y es precisamente en Marruecos donde comenzará el 17 de julio de 1937 la sublevación. Donde se encontraba la mayor y mejor preparada guarnición del ejército español. Formada por cerca de 50.000 hombres: los legionarios, dirigidos por Yagüe, y las tropas indígenas, que ya habían intervenido en la represión de la revolución de octubre en Asturias. Franco, tras controlar la situación en Canarias, se trasladó a Marruecos y se puso al frente de la rebelión.







lunes, 16 de abril de 2012

discurso de P. Nenni

Ahora seguramente os habéis preguntado, amigos italianos, por qué Mussolini sostiene a Franco, y por qué la prensa fascista destila su veneno contra el pueblo español, contra los "rojos" a los que acusa de todos los crímenes... por eso, la prensa de Mussolini nos trata de bandidos...

Por tal razón estamos aquí y se han formado las Brigadas Internacionales. Por esto hay un heroico Batallón Garibaldi, que vuelve a tomar por su cuenta las más valiosas tradiciones del siglo pasado.

Estamos aquí porque queremos para los ciudadanos de nuestro país, los obreros de nuestro país, lo que el Frente Popular de aquí quiere para los ciudadanos, obreros y campesinos españoles...

 La victoria en España será para nosotros una etapa hacia la victoria en Italia, hacia la victoria en Europa y en el mundo.

  Discurso de Pietro Nenni en Madrid, 6 de febrero de 1937.

1. Se trata de un fragmento del discurso que el socialista italiano Pietro Nenni (1891-1980) realizó en Madrid en febrero de 1937. Es por tanto una fuente directa y primaria sobre la guerra civil española y de temática política. Va dirigido al pueblo español partidario de la República y especialmente a los voluntarios italianos enrolados en las Brigadas Internacionales.

Pietro Nenni, de origen campesino, fue primero periodista y más tarde político. Estuvo en la cárcel donde conoció a Mussolini, del que se habla en el texto con desprecio. Se unió al Partido Socialista Italiano (PSI) en 1921. Poco después tras la llegada de Mussolini al poder le criticó en el periódico “Avanti”. Intervino en la Guerra Civil española como se observa en el discurso ayudando en la fundación de la Brigada Garibaldi formada por voluntarios italianos izquierdistas que formaban parte de las Brigadas Internacionales. Combatió en la guerra española hasta la batalla de Brunete tras la que marchó a Francia.

2. En este texto Nenni denuncia el apoyo que Mussolini presta a Franco. Para contrarrestarlo, se forma en Italia el batallón Garibaldi integrado por italianos antifascistas. Defiende la política social que el Frente Popular había desarrollado en España en los escasos meses de su gobierno, y termina finalmente Nenni enmarcando la lucha contra el fascismo en España como una etapa más dentro de la lucha más general en Europa y en el mundo contra las tendencias filo fascistas que se extendían imparablemente y que en Italia, su país, tenía a uno de sus más altos representantes: Mussolini.

3.  El dictador italiano concedió una fuerte ayuda militar en hombres (70.000 combatientes) y armamento a los sublevados que fue determinante a la hora de inclinar la victoria del lado franquista junto a la inestimable ayuda de la Alemania nazi. Para contrarrestar esa iniciativa fascista se formaron las Brigadas Internacionales integradas por voluntarios de muchos países europeos y americanos (60.000 hombres) de tendencia comunista y anarquista que apoyaron a la República  y que tuvieron un papel clave en la defensa de Madrid.

Como parte de estas Brigadas se forma el batallón Garibaldi (héroe italiano del siglo XIX protagonista de la unificación de su país) integrada por italianos antifascistas, y al que pertenecía el protagonista del texto.  

Tan sólo la Unión Soviética y México prestaron ayuda oficial al bando republicano en la guerra civil. Una asistencia a todas luces insuficiente si la comparamos con la que proporcionaron los países fascistas al bando franquista. Tanto Francia como Gran Bretaña se negaron a proporcionar una ayuda efectiva al gobierno legítimo republicano.

 Este hecho fue determinante a la hora de la derrota final de la República. Como consecuencia, a partir de 1936 surgirá en España un nuevo gobierno dictatorial presidido por Francisco Franco y con fuertes simpatías pro potencias del Eje.




martes, 3 de abril de 2012

fotografia detenidos revolución octubre 1934






1. Nos encontramos ante una fuente primaria iconográfica, de temática político-social, de autor desconocido, y realizada con una finalidad de difusión entre la opinión pública española. Quizás fuese publicada en algún periódico de tirada regional o nacional.

2. Se trata de una fotografía en blanco y negro, de buena calidad fotográfica, por lo que seguramente la realizó un profesional, y en la que se representa a un grupo de personas, varones todos salvo una mujer que marcha al frente del grupo. A ambos lados de este grupo vemos dos filas de individuos armados que vigilan a los anteriores y que van uniformados. El paisaje por el que discurre el grupo es montañoso y rural, desplazándose por una vereda pedregosa, y aparecen restos de vegetación y un  muro hecho con piedras, relacionado con una posible parata.

Sin duda alguna nos encontramos con una cuerda de presos relacionada con los sucesos que tuvieron lugar en octubre de 1934 en Asturias. El grupo principal son mineros detenidos en una cuenca hullera por guardias civiles que los escoltan presumiblemente hasta la cárcel. Sus ropas modestas, la presencia de gorras en sus cabezas, sus rostros sucios, todo ello demuestra su adscripción a las clases populares. Llama la atención la presencia destacada de una mujer, lo que es indicio de la participación aunque minoritaria del sexo femenino en estos acontecimientos. Dos filas de guardias civiles bien uniformados, fuertemente armados, vigilan a los detenidos, conduciéndolos por la cuenca minera hasta zonas más llanas donde estará el centro de detención. Los rostos serios y preocupados de los mineros muestran la dureza de los combates y el temor imperante en ellos a las represalias que se pudiesen tomar  tras su detención.

3. El triunfo electoral del centro-derecha en las elecciones de noviembre de 1933 llevó a la formación de diversos gobiernos dirigidos por el líder del Partido Radical Lerroux. Sin embargo, el partido mayoritario era la CEDA, que por su ambigua fidelidad hacia la República no fue encargada a formar gobierno por parte de Alcalá Zamora. En la primera mitad de 1934 la CEDA apoyó a los diversos gobiernos radicales, hasta que a partir del verano de 1934 exigió al menos la entrada de miembros de su partido en el gobierno radical. A esto accedieron Alcalá Zamora y Lerroux el 4 de octubre de 1934.
A este hecho reacció la izquierda obrera con pavor e indignación.  La UGT declara el 5 de octubre la huelga general en todo el país, que finamente tendrá relativo éxito en Cataluña y sobre todo en Asturias. En el Principado, la UGT contará con el apoyo también de la CNT. Los mineros estaban mejor armados y organizados que los obreros del resto del país. En pocos días y tras duros enfrentamientos, los obreros asturianos se harán con toda la provincia.
Ante estos hechos, el gobierno radical-cedista decide emplear a las tropas del protectorado, formados por soldados marroquíes y legionarios. El aplastamiento de la sublevación fue dirigido desde Madrid por el general Franco, y desde Asturias por el coronel Yagüe.

Murieron en el enfrentamiento entre 1000 y 4000 personas,y hubo casi 30.000 detenidos. La Generalitat catalana fue suspendida y sus líderes encarcelados o exiliados. La izquierda aprendió de sus errores y defendió la formación de una gran unión de partidos y sindicatos de izquierda en un gran Frente Popular que evitara un nuevo gobierno de derechas que nos podría llevar según ellos a un estado dictatorial como el alemán o italiano. La derecha apelaba a que todo el poder recayera en Gil Robles para que mantuviera a raya al movimiento obrero y al triunfo de la revolución. Sin destruir la República, pero sí revisándola en  profundidad y con un claro sentido conservador y autoritario.

lunes, 2 de abril de 2012

Tabla elecciones cortes constituyentes 1931


1. El material en cuestión consiste en un cuadro o tabla en la que se representa la distribución de escaños en las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931. A la izquierda figuran los diferentes partidos políticos y a la derecha el porcentaje de escaños que obtuvieron cada uno.

Se trata de una fuente secundaria cuyo autor desconocemos, y de temática política.

2. Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebraron el 28 de junio con una participación (70’14%) nunca conocida antes en la Historia de España y una campaña previa muy apasionada. La conjunción republicano-socialista obtuvo una aplastante victoria en casi todas las provincias (250 escaños sobre 464) salvo en el País Vasco y Navarra, donde triunfaron los nacionalistas vascos y los carlistas respectivamente.

Los resultados de las elecciones expresan los apoyos sociales de que disfrutaban las principales fuerzas políticas. El PSOE  de Prieto y Largo Caballero fue la formación que logró mayor número de diputados con un total de 116 (el 25’6% del total de escaños), seguido del Partido Radical, de centro derecha, liderado por Lerroux, con 90 diputados (19’8%). A continuación figura el Partido radical-socialista, de centro izquierda, de Marcelino Domingo, con 60 diputados (13’2%), igualado en porcentaje y escaños con los partidos de la derecha (agrarios, PNV y monárquicos), igualmente con el 13’2%. Le sigue ERC, partido catalanista de izquierdas dirigido por Macià y Companys, que obtuvo el 9’5% de los escaños; a poca distancia Acción Republicana, liderado por Manuel Azaña, con 27 diputados y 6’6%. Por último y muy igualados en escaños estarían los progresistas de la Derecha Liberal Republicana de Alcalá-Zamora, futuro presidente de la República, con 22 diputados y 4’6% de escaños; los federales, partido de izquierda, con el 3’7%, y finalmente los nacionalistas gallegos de izquierda de la ORGA, dirigidos por Casares Quiroga, con 16 diputados y el 3’5% del total de escaños.

3. Los partidos de centro-izquierda, muchos de los cuales  formaron parte de la coalición republicano-socialista sumaban el 66’7% de los escaños (PSOE, radical-socialistas, Acción Republicana, federales, progresistas, catalanes y gallegos); los de centro el 19’8% (Radicales de Lerroux), y las derechas el 13’2% (PNV de Aguirre, monárquicos de Calvo Sotelo y Partido Agrario).

Las razones de este triunfo de la izquierda se debieron en parte a la presentación por ésta de candidaturas únicas en todo el territorio español, mientras que la derecha se presentaba desunida. El sistema electoral español favorecía a las coaliciones, lo que contribuyó al éxito de la conjunción republicano socialista en estas elecciones a Cortes constituyentes.

El Congreso estaba, por lo tanto, muy inclinado a la izquierda. Estaban presentes en estas Cortes Constituyentes los líderes de los principales partidos y un grupo de intelectuales (Unamuno, Ortega y Gasset, Marañón) muy influyentes en la opinión pública. La nueva Constitución fue la primera tarea que se impusieron los diputados una vez reunidos el 14 de julio de 1931 y tras haber elegido presidente del Congreso a Julián Besteiro, socialista moderado. Y en los artículos principales de la nueva Carta Magna quedó reflejada la ideología mayoritaria presente en la Cámara, en especial a los que trataban los aspectos religiosos y los derechos sociales de los ciudadanos. No fue por tanto una Constitución de consenso, asumible por derecha e izquierda, por lo que cuando la clase política conservadora consiga acceder al poder, uno de sus objetivos básicos será modificar algunos artículos de la Ley de leyes republicana.













discurso Manuel Azaña problema religioso


Yo (…) me refiero a esto que llaman problema religioso. La premisa de este problema,
hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político
consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e
histórica del pueblo español. Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame
problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder los límites de la conciencia
personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde la pregunta sobre
el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de constitución del Estado, y es
ahora precisamente cuando este problema pierde hasta las semejas de religión, de religiosidad,
porque nuestro Estado, a diferencia del Estado antiguo, que tomaba sobre sí la tutela de las
conciencias (…), excluye toda preocupación ultraterrena y todo cuidado de la fidelidad, y quita a
la Iglesia aquel famoso brazo secular que tantos y tan grandes servicios le prestó. Se trata
simplemente de organizar el Estado español con sujeción a las premisas que acabo de
establecer (…)”.

            Discurso de Manuel AZAÑA en el Congreso de los Diputados en 1931.


1. El texto es un fragmento de un discurso de Manuel de Azaña en el Congreso de los Diputados en el año 1931, y forma parte de los debates que precedieron a la redacción de la Constitución de la 2ª República.

Es una fuente histórica primaria y de temática política. Es de carácter público y va dirigido en primer lugar a los diputados en Cortes y en un segundo término a toda la nación.

El autor Manuel Azaña nació en 1880 en Alcalá de Henares, y murió en 1940 en Francia. Fue un político y escritor español que desempeñó los cargos de Presidente del gobierno en dos ocasiones (1931 y 1936), y Presidente de la República desde 1936 hasta 1939. Opuesto a la dictadura de Primo de Rivera, participó en el Pacto de San Sebastián que debía acabar con la monarquía Alfonsina. Tras la proclamación de la Segunda República comenzó su etapa política de mayor relevancia, siendo el político más importante de este período histórico.

2. Azaña niega la existencia de un problema religioso en España, ya que el Estado para él debe ser laico y aconfesional (tal y como se recogerá después en el articulado de la Constitución), y evitar así la tutela de las conciencias. Lo religioso debe pertenecer al ámbito de la conciencia personal y no es por tanto una cuestión política o asumible por el Estado. Los temas ultraterrenos no competen al Estado.

3. Esta separación Iglesia-Estado que se produce por segunda vez (la 1ª fue durante la
 I República) en nuestra historia fue muy mal acogida por la Iglesia que no aceptaba la laicidad de nuestra estructura política y la pérdida de influencia social que traía aparejada. Por ello el estamento eclesiástico será  uno de los principales opositores al nuevo régimen republicano, movilizando a la opinión católica en su contra.

En la Constitución de 1931 se recogerá en su articulado la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos, la supresión del presupuesto de culto y clero y se permitirá el divorcio y el matrimonio civil. También se prohibía ejercer la enseñanza, la industria y el comercio a las congregaciones religiosas, y se suprimía la Compañía de Jesús procediéndose a incautarse el Estado de sus inmuebles.

La aprobación de los artículos religiosos de la Constitución de 1931 provocó la dimisión de los sectores católicos del gobierno provisional, con Miguel Maura y Alcalá Zamora a la cabeza. Amplios sectores de la Iglesia y de la sociedad interpretaron estas medidas como una provocación y agresión a la religión católica. La mayor parte de la jerarquía eclesiástica se mostrará contraria al régimen republicano.

La cuestión religiosa fue tratada sin tacto y contribuyó a radicalizar a los españoles que, en su mayoría, eran católicos. La implantación del Estado laico fracasó no siendo entendida la libertad religiosa como una más de las libertades. Por consiguiente, las clases más conservadoras de la sociedad española se declararon enemigas de la libertad religiosa y de la República.

A pesar de todo esto, la República se propuso limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española y secularizar la vida social por encima de todo y costase lo que costase. Contaba para ello con el fuerte anticlericalismo que las clases populares de la sociedad manifestaban y que ocasionalmente se materializaba en la quema de edificios religiosos y del patrimonio artístico católico.